HISTORIA

Las tierras nobles de nuestra Comarca, florecen cada año en primavera, esperando que sus frutos y flores lancen sus mejores olores y luzcan los colores más brillantes en alabanza a la Reina de las Marismas.

Ya en los archivos municipales de Almonte encontramos, frecuentemente, relaciones de caballeros y pobladores de esta zona que acudían a la Rocina a venerar a la Blanca Paloma.

Más cercano en el tiempo, allá por el año 1966 y coincidiendo con la llegada del párroco Don Antonio Barbas Campos, se organizan las primeras actividades públicas rocieras.

En septiembre de ese año, se realiza la primera peregrinación a la Ermita del Rocío, encabezada por el Párroco y acompañado por un numeroso grupo de lugareños, bien podría considerase este acto, como el embrión de la futura Hermandad.

Desde entonces, y quizás incluso unos años antes, numeroso vecinos se dirigían a la Aldea almonteña los días de la celebración de la Romería del Rocío, albergados en sombrajos de eucaliptos o en tiendas de campañas. Era cuestión de tiempo organizar y encauzar el torrente de sentimiento mariano, de este pueblo hacia la Blanca Paloma.

Y así en la noche del 3 de mayo de 1971, en la Iglesia Parroquial de San Bartolomé Apóstol de la localidad, ante 195 feligreses y devotos de la Virgen del Rocío, se crea la Asamblea Constituyente que dará paso a la futura Hermandad, se adoptaron varios acuerdos de los que destacamos por su importancia, los siguientes:

1.- Nombrar Junta Gestora para redactar El Estatuto de Hermandad y tramitarlo ante el Obispado.

2.- Solicitar el reconocimiento de Filial por parte de la Hermandad Matriz de Almonte.

3.- Solicitar a la Hermandad de Pilas que fuese nuestra "madrina". Solicitud que fue aceptada siendo presidente Manuel Torres.

El 16 de mayo de ese mismo año, se da cuenta de la aprobación de la Hermandad y de sus primeras Reglas " Ad Experimentum " por un periodo de tres años, por decreto del Ilmo. Sr. Obispo Don Rafael González Moralejo. A continuación se nombra a la primera Junta Directiva, presidida por Walabonso Prieto de Cáceres, contando por entones la Hermandad con 206 hermanos.

Posteriormente, concretamente el 24 del mismo mes, La Hermandad Matriz de Almonte, reunida en sesión ordinaria, acuerda por unanimidad de todos sus miembros, reconocer e inscribir esta Hermandad como Filial en el Registro Oficial con el Número 39.

Un mes este de mayo de 1971, cargado de ilusiones y trabajo que se vería culminado el 28 de mayo con la PRIMERA PEREGRINACIÓN a la Romería del Rocío como Hermandad Filial. La salida se hizo el viernes a las nueve de la mañana tras la Misa de Romero, transitando por Escacena, Chucena, Hinojos, La Calera, la linde izquierda del Coto del Rey, Puente del Ajoli y Aldea del Rocío, en la que se entró al atardecer. El sábado, acompañando a nuestra "madrina" se realiza la primera Presentación oficial de nuestro Simpecado ante la Blanca Paloma.

La primera acampada se realizó en los muros de la Hermandad de Gines en tiendas de campaña, de aquel ambiente tan fervoroso nació la idea de comprar unos terrenos para realizar una casa-hermandad.

En agosto de ese año, tras muchas reuniones con otras Hermandades y el Ilmo. Ayuntamiento de Almonte se hace posible el sueño, la adquisición de un solar de 523 metros cuadrados, situado en la futura Plaza Mayor, registrado con el nº 4, pagando la Hermandad 13.000 pesetas.

El 20 de febrero del año siguiente, tiene lugar la bendición de los terrenos y la colocación de la primera piedra. Las obras, sobre plano y dirección del arquitecto Jesús Meana Wert, se inician al mes siguiente con un presupuesto de 1.162.200 pesetas, finalizando las mismas dos años más tarde.

Sería ingrato y no agradecido por nuestra parte, no reconocer la decisiva contribución de Emilio Panduro Pulido y de su esposa, Rosario Tejera Sáez, así como la de numerosos hermanos que dedicaron muchas horas de forma desinteresada a la gran tarea, sin su esfuerzo no hubiese sido posible contar con la feliz realidad, una Casa-Hermandad en el Rocío.